Había una vez, hace mucho, pero que
mucho tiempo, en un lugar llamado Lejíbiris vivía
un muchacho llamado Nacho. Nacho era muy guapo, muy bueno, muy simpático y
sobre todo, muy valiente. Se llevaba bien con todo el mundo, era amigo de todo
el pueblo y todas las chicas estaban enamoradas de él, pero lo que no sabía, era
que el rey estaba muy, pero que muy enfadado porque todo el mundo hablaba de lo
perfecto que era Nacho y de él no hablaba nadie.
Un buen día el rey, harto de la
situación decidió expulsar a Nacho de Lejíbiris. El pobrecillo, tuvo que irse
sólo con lo que llevaba puesto, no pudo coger nada, ni dinero, ni ropa, ni si
quiera pudo despedirse de su amada ni de su familia. Todo el mundo rápidamente
se enteró de la noticia y no podían creer lo que había pasado. Muy triste, Nacho
estuvo andando durante horas, se adentró en el bosque encantado sin ni si
quiera darse cuenta, no sabía qué hacer ni a donde ir. Estaba muy cansado y
además estaba ya anocheciendo. A lo lejos vio una casa, se acercó y en la
puerta había un letrero que ponía "El brujo Pirujo" y decidió llamar a la puerta. Le abrió un hombre
muy alto, feo y mal oliente. Nacho le explicó al brujo Pirujo lo que le había
pasado y le preguntó que si podía ayudarle ya que no tenía dinero ni donde
dormir, y éste le respondió:
- Pues verás Nacho, la verdad es
que sí que puedo ayudarte, pero si de verdad quieres que te ayude tienes que
adentrarte en el bosque encantado, matar al enorme oso y traerme su piel.
Nacho que era muy valiente y además,
lo que más deseaba era volver a su pueblo para estar con su amada y su familia,
así hizo, se adentró en el bosque, mató al enorme oso y le llevó la piel al brujo
Pirujo.
- Muy bien Nacho, veo que eres un
muchacho valiente y como me has traído la piel de oso, voy a ayudarte pero con
alguna condición. Vas a tener que ponerte esta capa de piel de oso que
convertiré en abrigo, no podrás quitártela, ni tampoco podrás bañarte ni
cortarte el pelo en 3 años. Cada vez que metas la mano en la capa, saldrá
dinero. Si cumples las condiciones, podrás volver a tu pueblo, casarte con tu
amada y te haré inmensamente rico, pero si no las cumples te convertiré en un
enorme oso.- le dijo el brujo Pirujo.
Nacho, meditó la propuesta del
brujo. Pensó que no sería demasiado difícil y que perfectamente podría cumplir
esas condiciones y le dijo:
- Acepto el trato, creo que lo
puedo conseguir.
Se dieron los dos la mano y cada
uno se fue por su camino. Nacho se fue a
hacia Cerquíbiri, el pueblo que más cerca estaba. Allí pudo comprar una casa
con el dinero que le había dado el brujo. Metió las manos en los bolsillos de
la capa y pagó. Pasó un mes, pasaron dos, y bueno, a Nacho le empezó a crecer
el pelo, a estar muy sucio y a oler un poco mal. A partir del primer año nadie
se acercaba a él, nadie quería estar con él porque le veían como un monstruo
con las uñas muy muy muy largas, la capa de piel de oso se le había pegado al
pelo, además tenía el pelo y a barba larguísima y estaba muy muy sucio. Al
segundo año estaba aún peor y decidió encerrarse en la casa y pagar a un criado
para que le trajese la comida y todo lo que necesitase, pero al tiempo el
criado lo abandonó, le daba mucho miedo, era un horrible y horripilante
monstruo. Consiguió pasar el tiempo que le quedaba a duras penas, saliendo por
las noches sin que nadie le viese para conseguir por lo menos comida.
Al tercer año llegó el plazo que le
había dicho el brujo Pirujo. Nacho fue hacia su casa y el brujo le dijo:
- Tenías razón, has cumplido con el
trato, ahora me toca a mi cumplir mi parte.
Entonces el brujo con un hechizo, convirtió
al rey de Lejíbiris en un enorme Oso. Nacho pudo volver a su pueblo y además se
convirtió en el nuevo rey, repartió dinero entre la gente del pueblo y, sobre
todo, y lo más importante, se casó con su amada y pudo estar con su familia.
Y fueron felices y comieron perdices.
María, he disfrutado leyendo tu cuento, tiene muchos elementos mágicos, que pueden corresponder a los intereses de los niños de 2º Ciclo de Infantil.
ResponderEliminarPara adaptar el cuento, te has tenido que centrar en niños de una determinada edad, y supongo que se te habrá olvidado citarlo en la entrada, para que los demás podamos saber con qué niños propones que se podría trabajar este cuento.
Otro matiz que te añadiría, es: la argumentación sobre los cambios realizados. Ésta es necesaria, para que los lectores podamos conocer los cambios que has tenido que realizar para adaptar el cuento a niños de tal edad. Para ello has tenido que fijarte en las características evolutivas del niño e ir realizando adaptaciones en función a eso. Ahora solo tendrán que añadirlo para que los lectores podamos conocer en qué te has basado.
Espero ayudarte con tu adaptación, un beso.
Buenas indicaciones. Una pena que María no te haya hecho caso, Nerea...
Eliminar¡Hola María!
ResponderEliminar¡Me parece genial tu adaptación! Sobre todo, la terminación -iri, cuando te refieres a los pueblos, ya que puede resultar gracioso para los niños y pegadizo, por lo que parece muy buena idea por tu parte emplear esta terminación para llamar la atención de los niños.
Decir que estoy totalmente de acuerdo con el comentario de mi compañera Nerea, ya que la argumentación de los cambios que has realizado respecto al cuento "El hombre de la piel de oso" es importante conocerla para que podamos conocer a qué edades va dirigida la adaptación y cuáles son los cambios hechos, por ejemplo: los personajes, el desenlace, el lenguaje... lo que nos permitirá conocer la nueva adaptación y los motivos de por qué los cambios hechos.
Por último, en el desenlace de tu adaptación comentas que Nacho se casó con su amada, pero durante todo tu cuento no hablas en ningún momento de quién es ella, si están juntos... es decir, no la mencionas en ningún momento. Mi sugerencia es que añadas a tu adaptación algo al respecto, para que los niños entiendan mejor el cuento en el momento de leer.
Un besito, y espero que mis valoraciones te sirvan de ayuda.
Buenos consejos también, Elena.
Eliminar¡Hola María!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu cuento, veo que te has regido muy bien por los puntos que nos dio Irune para hacer la adaptación del cuento, pero estoy con mi compañera que te falta acomodar el punto de la amada, ya que no hablas anteriormente de ella y los niños se pueden confundir y también al no hablar de ella, no la describes por lo que no te puedes imaginar como puede ser.
Por lo demás, como te e dicho antes me a gustado mucho y lo incluiré a mis cuentos futuros.
Un besito
Yo no estoy del todo de acuerdo con que María haya seguido todos los puntos... en mi comentario lo explico.
ResponderEliminarOjo con las "haches", Sandra.
Bueno, María, Falta, como comentan tus compañeras, la edad de los receptores y la argumentación de los cambios realizados en función de ellos.
ResponderEliminarRespecto a la famosa amada... bueno, tal y como tú presentas la historia, el protagonista deja cosas atrás por las que luego regresa. En el relato original, el protagonista no se lleva nada y no vuelve a por nada; lo encuentra todo bajo su aspecto monstruoso y eso es un punto importante de la historia. Una buena adaptación debe respetar el esqueleto. es decir, todo lo que el protagonista consiga ha de ser después de su marcha... si consigue una amada no puede ser cuando es perfecto sino cuando es horrible. Por otra parte, todo el viaje iniciático del protagonista no se puede resolver dentro de una casa y escondido. La idea es que se enfrente a la realidad, no que se esconda de ella. En tu cuento no hay evolución... ni siquiera interactúa con la gente...